La 5ta. edición de Lollapalooza fue increíble
Con su quinta edición los días 7 y 8 de septiembre, Lollapalooza Berlin se ha establecido como uno de los principales jugadores en el circuito europeo de festivales altamente competitivo con 85,000 asistentes al festival todos los días. Por segunda vez, el sitio del festival en los impresionantes terrenos del Estadio Olímpico y su Parque Olímpico adyacente invitó a los visitantes a un mundo lleno de música, arte, arte, aventura y mucha diversión, incluidos los deslumbrantes asistentes al festival.
Festival de origen Estadunidense concebido en 1991 por Perry Farrel, cantante de Jane´s Addiction. El festival en cuestion se realizó anualmente hasta 1997 y fue renaudado en el 2003. Hoy en día, Lollapalooza tiene enormes ediciones en 7 capitales; Estocolmo, Paris, Buenos Aires, Santiago de Chile, Sao Paulo, Chicago, y Berlin.
Nuestro recorrido por la edición alemana del 2019 comenzó a las 11:30 con Claptone en el escenario Perry, ubicado en la base del Estadio Olímpico. Se podían observar las gradas vacías alrededor, espacio que pronto se llenaría de fanáticos musicales de todas las edades. A pesar de tocar temprano, el DJ Claptone mantuvo su ritmo y animó a los visitantes tempraneros con su mezcla de techno y deep house.
Hordas de gente comenzaban a inundar la base del Estadio Olímpico cuando empezó a tocar Dynoro. El productor musical Lituano tocó música electrónica de 13:40 a 15:00. Fue entonces cuando los alemanes se empezaron a organizar para abrir círculos entre los espectadores y esperar al fuerte drop para entrarle con enjundia al slam.
Una vez saliendo del escenrio Perry, nos dirigimos hacia el North Stage, donde tocaron Sigrid, Dendemann, Marteria & Casper y Swedish House Mafia. El North Stage se encontraba justo en frente del South Stage. Sin embargo, el sonido estaba tan bien organizado que en ningun momento se entrelazaban las vibraciones de ambos escenarios. A las 5:00 el vibrante ambiente comenzó a crecer, una multitud de fanáticos se dirigió hacia el South Stage para escuchar y bailar al son de la música emo-pop de la jóven cantante Billie Eilish.
Quién, a pesar de tener los dos tobillos fracturados brincaba más que sus confinados espectadores. El manejo de su voz era tan bueno como el manejo de su público, logrando que todos nos sentáramos en un momento para brincar lo más alto posible después.
Martin Garrix acogió su propio escenario con el nombre de su sello STMPD Records.
Sin embargo, la música no lo fue todo en el Lollapalooza, fuera de los escenarios, los asistentes gozaban de un delicioso food court, entretenimiento de bailarinas en sancos y una enorme rueda de la fortuna. Nuestra visita, al festival estadunidense nos confirmó la razón de su indudable éxito internacional.
Una vez más, el sitio del festival resultó ser una excelente opción, creando momentos inolvidables con ojos brillantes por todas partes.
Reseña por Irene Joubert